jueves, 14 de marzo de 2013

Alarifes jerezanos en Medina-Sidonia

La parroquia de Santa María la Coronada de Medina-Sidonia es una de las muchas espléndidas fábricas tardogóticas que encontramos en la actual provincia de Cádiz. Pero, ¿qué sabemos del edificio que sirvió para el culto cristiano desde la reconquista hasta el comienzo de las obras? Lo más probable es que fuera una mezquita reutilizada sobre la que se fueron realizando obras de adaptación más o menos importantes, tal vez de estética "gótico-mudéjar"; poco más hasta ahora podíamos decir.


Pues bien, no hace mucho reparé en unos restos arqueológicos colocados en el patio que llamaron poderosamente mi atención, pues varios de ellos son trozos de nervios que ofrecen dientes de sierra como los que encontramos en las obras jerezanas de la primera mitad del siglo XV, fundamentalmente en la gran nave principal de Santo Domingo, pero también en diferentes lugares del resto de las parroquias medievales, asi como en la primitiva capilla mayor de Santa María de Arcos (de la que se conservan algunos restos tras el retablo) y en la mitad oriental de la parroquia del Divino Salvador de Vejer de la Frontera, obras estas últimas realizadas por alarifes de incuestionable procedencia jerezana.

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No tengo constancia de que se haya realizado publicación sobre semejantes vestigios, si bien verbalmente me hicieron saber que todos ellos se encontraban hasta no hace mucho colocados de manera dispersa sobre las cubiertas de la fábrica actual. Parece evidente, pues, que la primitiva iglesia asidonense, que dadas las dimensiones de la planta actual alcanzó una envergadura considerable, debió de poseer –no sabemos si en la cabecera, en todo el templo o en alguna capilla aislada– bóvedas similares a las que encontramos en Jerez.


Apurando más, el modelo concreto de diente de sierra apunta directamente a Vejer de la Frontera por la presencia de un denticulado en la base de los dientes que zigzaguea para entrar en cada uno de los mismos, como puede verse en la siguiente fotografía.

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En las parroquias jerezanas de San Mateo y San Lucas, los dientes de sierra también presentan un denticulado en su base, pero incluyen en el interior de cada diente un resalte que en Vejer y Medina se encuentra ausente. El lector puede ampliar la siguiente foto para ver los nervios de la capilla Villavicencio de la última iglesia citada, visible solo desde un desván por estar oculta por las obras barrocas.


En Santo Domingo se aprecia un ligero denticulado, pero este no está tan marcado como el de los arriba referidos. En los dientes de sierra de San Marcos y San Juan de los Caballeros no aparece ninguno de estos elementos. Por tanto, no cabe duda de que el equipo que realizó labores en la primitiva iglesia de Medina fue exactamente el mismo que trabajó en Vejer.

Salvo que aparezca alguna documentación reveladora o algún otro testimonio material, será difícil saber nada más sobre el primer templo de Santa María la Coronada, pero en cualquier caso queda el testimonio de que el taller arquitectónico jerezano habitualmente calificado como "gótico-mudéjar" debió de desarrollar una actividad en el entorno inmediato a Jerez de la Frontera bastante más intensa de lo que hasta ahora se había pensado.

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