Organiza el doctor Javier E. Jiménez López de Eguileta un Curso de Historia, Arte y Patrimonio de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Los historiadores del arte o personas relacionadas con esta disciplina congregadas son –por orden alfabético– Fernando Aroca, Gonzalo Castro, David Caramazana, José María Guerrero, José Manuel Moreno Arana, Pablo J. Pomar, Álvaro Recio, Manuel Romero Bejarano, Antonio Romero y Antonio de la Rosa. En este enlace pueden consultar el programa.
¿Se han dado cuenta? Están casi todos, con la excepción de
Esperanza de los Ríos y Antonio Aguayo, que algo –o mucho– han aportado sobre
el patrimonio artístico religioso de Jerez. Y también falto yo, pese a que el
mudéjar se incluye en la programación.
Entiendo que serias divergencias políticas e ideológicas nos
separan a Javier Jiménez y a mí, profundamente apartado como estoy de todo lo
que signifique nacional-catolicismo, pero también entiendo que su deber es
ofrecer a los asistentes un panorama completo y equilibrado de las aportaciones
historiográficas más significativas de las últimas décadas, y hacerlo precisamente
con la presencia de las personas que han realizado las mismas. Parece que eso
le importa un pimiento, no sé muy bien si de piquillo, morrón o de padrón.
Es lo mismo, justo lo mismo que pasó con el Congreso
Jerez, 1264, cuya sección de arte organizara en su momento Manuel Romero
Bejarano. Ya ven que la vida sigue igual, al menos en Jerez. Por mi parte, otro
palo recibido. El penúltimo fue el que denuncié en este mismo blog: Miguel
Ángel Borrego Soto me plagia en su reciente artículo sobre la aljama de Jerez,
y tiene hasta el descaro de afirmar que yo no manejo la documentación cuyo
análisis por mí realizado él copia, aunque –con toda la malévola intención– de
manera parcial para salirse con la suya en lo que a las dimensiones del
edificio se refiere. Aquí
pueden leer mi pormenorizado análisis de nuestros respectivos textos para
verificar que digo toda la verdad.
En fin, sé que escribir aquí estas cosas no arregla nada en el presente, pero al menos servirá a las generaciones futuras para hacer historia de la historiografía. Igual que Javier Jiménez o yo mismo hemos estudiado, por ejemplo, qué pasó entre Hipólito Sancho o Manuel Esteve, dentro de cincuenta o cien años otros contarán con testimonios de por qué en el primer cuarto del siglo XXI ocurrió lo que ocurrió. Y quiénes fueron los responsables.
PS. Matricularse en el curso cuesta 1.790 euros. Dicho de otra manera, si quieres aspirar a ser guía turístico de las iglesias de Jerez, tienes que pasar por caja. Negocio monumental el del señor Obispo, como en el fondo probablemente lo sea la apertura de los edificios a los turistas para "cristianizarlos". Supongo que al menos los profesores participantes en el curso cobrarán bien cobrado.
