sábado, 11 de diciembre de 2021

Mis peripecias con Peripecias

Creo que va siendo hora de explicar públicamente cuáles son las circunstancias que han concurrido en mi absoluto desencanto con la editorial, que allá por 2014 publicó mi libro El edificio medieval de San Dionisio de Jerez de la Frontera. Para ello voy a limitarme a copiar una carta en la que expongo los hechos con total carácter narrativo, sin entrar en interpretaciones, y a añadir unas pinceladas finales.

Todo ello, ¿para qué? Pues porque en Jerez hay mucho investigador deseando publicar sus trabajos. Pero las editoriales son pocas y no siempre funcionan como a los autores nos gustaría. Creo que se merecen saber qué se pueden encontrar. Y también creo que los amantes de la cultura tienen que saber lo dificilísimo que resulta que nuestro trabajo llegue a sus manos y las circunstancias a veces muy amargas con las que nos tenemos que enfrentar.


Email escrito a D. Antonio Aguayo Cobo el 25 de septiembre de 2021 por Fernando López Vargas-Machuca

Estimado Antonio:

(…)

Te escribo en tu calidad de actual director de PeripeciasLibros, en referencia a mi libro sobre San Dionisio. Son dos cuestiones.

Primera. He recibido una oferta de (…) para reeditar el libro en 2014 que edité con vosotros (…), toda vez que está recibiendo numerosas demandas del mismo y se encuentra agotado (sobre eso volveré luego). Según cláusula séptima del contrato firmado en su momento, que te adjunto escaneado para mayor comodidad tuya, a los cinco años termina el contrato, pero Peripecias se reserva el derecho preferente de reedición en igualdad de términos y condiciones que el autor pueda convenir con terceros. En este caso, términos y condiciones que consisten en que (…) no me exige ninguna aportación económica por realizar esa tercera edición. Por ende, comunico oficialmente a la editorial que diriges que el texto va a ser reeditado por esta otra empresa, salvo que vosotros presentéis una oferta en las mismas condiciones.

Segunda. En su momento aboné 400 euros + 4% de IVA por una edición mínima (me permito subrayar lo de mínima) de 500 ejemplares, con el compromiso de remitir cada año un certificado haciendo constar existencias y ventas, y abonando los derechos de autor correspondientes (40% ventas directas, 8% librerías). Hasta ahora solo he recibido una liquidación, remitida por ti mismo el 15 de abril de 2015. Te adjunto el documento, de nuevo para que no tengas que andar rebuscando. 149 euros recibidos por 20 ejemplares de venta directa y 95 en librerías, lo que suman 115 ejemplares. No hace falta que te diga la suma que he perdido en este proyecto. Mi intención nunca fue ganar dinero con este trabajo, pero tampoco pretendía perderlo.

En su momento, María Racero me confirmó que no quedaba un solo ejemplar en depósito. Tampoco de la segunda edición, que financié íntegramente yo y que no llegó a ponerse a la venta en librerías: los ejemplares me fueron entregados en mano a pesar de que yo había convenido que los que se me daban eran solo la mitad y que ellos ponían otra mitad similar en las baldas de las librerías. Interrogado D. Juan Félix Bellido acerca del resto de los ejemplares, me aseguró que andaban “por ahí, en las estanterías” (sic). Un simple vistazo a Todos tus libros permite confirmar que hay un ejemplar (¡mira por dónde!) en Santiago de Compostela, quizá gracias a tu iniciativa:

https://www.todostuslibros.com/libros/el-edificio-medieval-de-san-dionisio-de-jerez-de-la-frontera_978-84-941922-5-8

Lo vende Casa del Libro de segunda mano al módico precio de 142 euros (casi me muero al leerlo):

https://www.casadellibro.com/libro-el-edificio-medieval-de-san-dionisio-de-jerez-de-la-frontera/9788494192258/2269005

Amazon lo facilita por 287:

https://www.amazon.es/edificio-medieval-Dionisio-Jerez-Frontera/dp/8494192256

En Agapea no hay existencias:

https://www.agapea.com/Fernando-Lopez-Vargas-Machuca/El-edificio-medieval-de-San-Dionisio-de-Jerez-de-la-Frontera-9788494192258-i.htm

Vamos, que no es cierto que ese mínimo de 300 o 350 ejemplares (recuerdo: edición mínima de 500 a la que se comprometía la editorial) esté en las estanterías. Por tanto, solicito se me abone el importe correspondiente a las ventas.

Sabes tan bien como yo que no es una cuestión económica: tengo mis sexenios ya y vivo dignamente. Es una cuestión de principios. Estoy seguro de que sabes de qué hablo.

Quedo a la espera de tus noticias. Recibe un cordial saludo.

______________

Tras una misiva inmediata diciendo que aguardara unos días porque estaba de viaje, el 5 de octubre recibo una respuesta todo lo amable y educada como era de esperar por parte de Antonio. En esta me daba total libertad para realizar la tercera edición con esa otra editorial, y me aseguraba tomar cartas en el asunto.

Esto fue el 5 de octubre. He esperado hasta hoy, cuando le he comunicado por escrito que esta espera me parece muy poco profesional por su parte, que el tiempo se ha acabado y que exijo de manera inmediata mi dinero o mis ejemplares.

Quizá al lector le parezca impertinente el uso del verbo exigir, pero a mí me parece por completo apropiado: hay un contrato firmado en el que ambas partes han de cumplir con una serie de obligaciones. Cuando una de ellas falla a la hora de hacerlo, lo que debe hacer es exigir. A mí D. Juan Félix Bellido me exigió dinero para poder materializar el fruto de mis investigaciones, y por ello yo exijo que se ponga a la venta el número de ejemplares convenido, o que se me liquide lo que corresponde a ese presunto mínimo de quinientos. Porque yo pensaba, ingenuamente, que vendiendo la mayoría de los ejemplares lograría recuperar la inversión inicial realizada para dar a conocer a los lectores el resultado de muchísimas horas de esfuerzo.

Debo de añadir algunas circunstancias no desdeñables. El libro recibió por mi parte dos tandas de correcciones. Pasaron semanas entre las segundas y la edición del libro, pero solo se recogieron las primeras. Mi desaliento fue considerable. Por ello mismo opté por una segunda edición, acordando verbalmente con D. Juan Félix una financiación “a medias” de esta entre un servidor y Peripecias/Presea. Lo cierto es que la segunda edición se hizo, pero entregándome a mí los ejemplares para que yo “los vendiera”. Lo que hice, obviamente, fue regalárselos a aquellos especialistas que habían comprado la edición defectuosa. El público en general nunca pudo comprarla (salvo dos o tres ejemplares que yo mismo puse a la venta en una librería jerezana, con ganancia personal de ocho euros por cada uno). En esa reedición perdí más dinero aún, aunque al menos me saqué una espina.

Ah, otro detalle: en 2015 realicé un estudio introductorio de veintidós páginas a la Introducción al estudio de la arquitectura en Xerez de Hipólito Sancho de Sopranis felizmente reeditada por esta editorial. Para mí fue un honor y un placer escribirla, y le agradezco desde aquí a Peripecias la oportunidad ofrecida. Pero también me parece necesario, tal y como están las cosas, confesar qué recibí por parte de ella: un ejemplar. ¿O fueron dos?

El libro de San Dionisio, efectivamente, va a ser reeditado, porque existe no poca demanda de él. De hecho tengo dos ofertas, aunque seré fiel a quien me lo propuso primero. Otra cosa es cuándo: estoy literalmente agotado y no sé de dónde voy a sacar tiempo para prepararlo. Pero lo haré, no por mí –volveré a invertir mucho tiempo, que no dinero–, pero me parece que los amantes del arte y del patrimonio se merecen poder acceder a ese texto sin tener que fotocopiar.

Por lo demás, estaría bien conocer el modus operandi de Peripecias en la actualidad. ¿Se sigue cobrando a los autores? ¿Se cobra a unos sí y a otros no? A mí me da un poco igual, porque solo volvería a trabajar con ellos si me pagasen antes de escribir una sola palabra, cosa que  evidentemente no van a hacer. Lo importante es que los jóvenes investigadores estén alerta. Porque los viejos, me temo, ya saben de qué va la cosa. ¿O acaso creen que soy el único historiador jerezano afectado?

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